ERP
Cuatro objetivos estratégicos que puede alcanzar con el ERP
El aumento de los precios de las materias primas, los márgenes bajo presión, el consumidor como dirigente - cómo el sistema ERP pueden ayudar en tiempos difíciles.
Para los productores de alimentos la situación no es fácil: estos tienen que imponerse a una competencia mundial en la que las cadenas de suministro más complejas van acompañadas de mayores exigencias de suministro y calidad por parte de los minoristas de alimentación. Sin embargo, el aumento de los costes de los materiales, en forma de precios elevados de las materias primas, sigue presionando al margen. Las empresas del sector han de abrir nuevos canales de comercialización, pero al mismo tiempo cumplir estrictos requisitos legales y avanzar hacia la digitalización.
La buena noticia es que el sistema ERP puede ayudar en esta situación. Para ello se requiere un proceso centrado en cuatro objetivos estratégicos: impulsar más crecimiento a través de las tecnologías digitales, aumentar la competitividad mediante procesos más inteligentes, movilizar los datos para tomar decisiones más rápidas, así como mejorar la resiliencia y la capacidad de acción.
1. Impulsar el crecimiento
La relevancia del consumidor está aumentando: Se está convirtiendo cada vez más en un actor decisivo de las nuevas reglas del juego y los estándares dentro del sector alimentario. Esta situación es un buen caldo de cultivo para las empresas de alimentación que aprovechan los potenciales de crecimiento de la digitalización. Por un lado, se centran en el surtido de productos que, con la ayuda del ERP, debe adaptarse rápidamente a las necesidades de los consumidores, por ejemplo, por productos regionales o productos ecológicos.
Por otro lado, la pandemia del coronavirus ha acelerado el tema del e-food un par de años, poniendo de relieve la inversión en tiendas online. Porque, la venta directa ya no sólo interesa a las grandes empresas del sector, sino también a muchas pymes: quién comercialice a través de su propio canal digital, tiene una gran oportunidad de aumentar sus ventas y crecer orgánicamente - más allá de las listas clásicas en las estanterías del comercio minorista de alimentación.
Por lo tanto, quién sea capaz de anticipar a tiempo las necesidades de los clientes y traducirlas en procesos, productos y servicios, dominará la competencia. Para ello, se necesitan infraestructuras de TI y producción flexibles y escalables, que permitan integrar y analizar los datos "de la granja a la mesa" de forma eficaz, y garantice una rápida adaptación a los cambios en la demanda.
2. Construir procesos más inteligentes
El punto fuerte de muchas empresas de alimentación radica en el liderazgo de sus productos. Sin embargo, hoy en día el liderazgo de un producto es más que un producto: también significa el dominio de los procesos que soportan el producto. En último lugar, la aceleración de los procesos con soporte en TI y la mayor eficiencia en el procesamiento de los datos son decisivos para el éxito.
Por lo tanto, son igualmente importantes las soluciones que puedan contribuir a ello. Un objetivo debe ser que los sistemas, las instalaciones y las máquinas existentes se comuniquen entre sí: por ejemplo, cuando los datos de las instalaciones de producción se transmitan al ERP y puedan utilizarse allí con fines de análisis y control. Además del ERP en combinación con MES y CIM, el análisis de imágenes industrial desempeña un papel importante en la automatización de las fábricas. Todo será mucho más inteligente con el mantenimiento predictivo y las soluciones robóticas. Este diseño más inteligente de la empresa abre nuevas oportunidades para aumentar la competitividad - un paso que cobra mayor importancia en vista de las crecientes presiones del sector mediante el aumento de los costes, las regulaciones, los cambios en los hábitos de los consumidores o una mayor competencia.
3. Tomar decisiones más rápidas
En el sector de la alimentación todo gira en torno a los datos - y en la lucha diaria por las mejores decisiones, los indicadores correctos se convierten en el arma más afilada.
Por lo tanto, el ERP desempeña un papel fundamental para acelerar los procesos de toma de decisiones. Ayuda a acelerar los procesos y flujos de trabajo así como el acceso a la información. Funciones como una planificación de la producción inteligente, la presentación de informes en relación a determinados KPI`s, la información proveniente de Finanzas y Control o bien la optimización de la gestión de almacenes son, por lo tanto, prioritarias para muchas empresas.
Esto implica una reducción sustancial del trabajo manual gracias a la automatización y digitalización de las plantas de producción. El resultado es una aceleración masiva de los procesos internos. Cada proceso digitalizado genera datos a partir de los cuales se pueden tomar decisiones: de repente se puede determinar claramente qué margen de contribución debe generar realmente un producto, qué proveedor proporciona la mejor calidad o dónde hay "puntos ciegos" en la trazabilidad.
4. Mejorar la resiliencia y la capacidad de respuesta
La eficiencia de los procesos de gestión, la flexibilidad y el buen funcionamiento de la cadena de suministro se han vuelto aún más importantes durante la pandemia. Las soluciones para aumentar la resiliencia y la seguridad de planificación se convierten en elementos imprescindibles.
Lo que a primera vista parecen cuestiones operativas debidas a la situación actual, resulta una enorme estrategia si se analiza detenidamente: el ERP debe contribuir a abordar los grandes retos de los mercados futuros. Procesos estables y eficientes, así como entornos de TI escalables y flexibles, son competencias generalizadas. Estos son también una condición previa para mantener la capacidad de actuación en caso de acontecimientos imprevistos y fluctuaciones del mercado. Una planificación inteligente de las ventas ayuda a hacer previsiones para el futuro, teniendo en cuenta las capacidades de almacenamiento o la vida útil de los productos. Una optimización del stock con soporte en TI ayuda a alcanzar el equilibrio entre stocks bajos y una capacidad de suministro óptima. En resumen: el soporte digital completo de la cadena de valor, desde el sacrificio hasta la entrega, asegura la máxima flexibilidad de la cadena de producción - y mejora la resiliencia.
Proyecto estratégico para los próximos años
La digitalización va más allá de las mejoras incrementales - es un proyecto estratégico para la producción de alimentos del futuro. En la actualidad, el éxito de las empresas se basa en el concepto de optimización continua con soporte en TI. Sin embargo, la adaptación a las nuevas tecnologías puede mejorar aún más la estrategia probada y ayuda a contrarrestar el aumento de los costes de los procesos mediante la mejora de la eficiencia y la automatización - aunque la elevada presión de los costes a menudo sólo permite el desarrollo en pequeños pasos.
¿Cómo llegamos hasta ahí? Lo mejor es que las empresas trabajen hacia atrás desde el valor añadido de la empresa - en lugar de avanzar con una mentalidad tecnológica. Las tecnologías se implementan allí dónde generan valor añadido - por ejemplo, un beneficio económico o un valor añadido para los clientes.
Timo Schaffrath